Dejando un Patrimonio
RECOLECTO PARA CONSTRUIR ALGO MEJOR
CAMINANDO A SU LADO: DÍA UNO
Hoy fui por primera vez al albergue de perros donde trabajaré durante los próximos domingos del semestre. Mi primera impresión fue que apestaba por completo a orines; sin embargo al entrar y conocer a los 83 perros que están bajo el cuidado de la señorita Eli me enamoré por completo del lugar.
Salí a pasear con 2 perros: Muñeca, la cual era un amor de perrita, muy obediente y tranquila, y Pincky, el cual era un latoso y no era para nada obediente. No obstante los quisé al instante y me encantó dar recorridos con ellos.
Posteriormente conocí a los demas perros y fue tanto su entusiasmo al vernos que me dejaron completamente arañada. Honestamente no me molesta sufrir ese tipo de lesiones por parte de animales tan nobles y cariñosos, además yo tengo 4 perros que hacen exactamente lo mismo.
También ayudé a trapear la cocina y los pasillos de la casa ya que estaba llena de pelos y a barrer el pavimento donde los perros hacen del baño.
La parte que más me agradó de mi día en el albergue fue la posibilidad de interactuar con muchos perros de distintos tamaños y razas y ver el amor que entre ellos se dan. Me sentí afortunada de presenciar actos tan solidarios entre animales tan pequeños que generalmente son denigrados. Hubo perros que se robaron mi alma con sus miradas, incluso le llamé a mi mamá para preguntarle si podía adoptar uno y me dijo, claramente, que no. Aún así eso me hizo querer regresar pronto y comprometerme por completo con ellos.
Los perros merecen tanto amor y cariño como un humano, es irrespetuoso pensar de otra manera y ese es precisamente el rol que determiné adoptar hoy. Les voy a dar la atención merecida y necesaria.
Regresando con ellos
28 de Septiembre del 2014
5 de Octubre del 2014
Hoy fui por segunda vez al albergue de perros, me gustó mucho estar ahí. A veces no nos damos del impacto que estamos dando a la comunidad y es precisamente lo que nos desanima a seguir pero hoy me di cuenta que el simple echo de estar presente y entre ellos les hace un bien enorme. Ellos buscan amor y es injusta la crueldad de las personas que los abandonan como si fueran un objeto por tirar.
Me sentí muy bien por jugar con ellos, abrazarlos y decirles que todo iba a estar bien pero sobretodo me sentí bien por ellos al tener a Eli como su dueña. Muchas personas tienen mascotas y dicen amar a sus perros y si, es bien cierto que los cuidan, los bañan, les dan amor y un hogar; sin embargo no conocía el verdadero amor animal hasta conocer a Eli. Vivir en una casa con 83 perros, conseguir dinero para alimentar, curar, mantener y sobre todo darle amor a cada uno de ellos es un gesto enorme que ninguna persona sin amor podría llevar acabo.
Desde el momento en que pisé su casa me sentí motivada para trabajar por ellos y por ella así que di lo mejor de mí para que todos tuvieran un poco de amor y cuidado extra. Hoy ayudé a pasear a 5 perros, a barrer la azotea, darles de comer a todos, limpiar los excrementos, bañar a Napoleón, cortar el cabello, trapear la casa y jugué mucho con todos.
Entendí que no solo les hago bien sino que ellos me hacen bien a mí, me regalan algo muy lindo que aun no sé que es pero me agrada bastante estar con ellos. También conocí a dos mujeres que viven en Texcoco, al igual que yo y me contaron que cada una tiene 10 perros en sus respectivas casas. Y yo que pensaba que estaba loca por tener cuatro perros en mi jardín!
Me fascinó la experiencia de esté domingo, sobretodo porque me enteré de que Bolillo fue adoptado por una familia muy amorosa y linda, da felicidad saber que alguien lo quiere a pesar de sus defectos y que lo cuidarán. Le deseo mucha suerte!!
Ahora yo estoy convenciendo a mi familia para que me deje adoptar 2, ojalá pueda hacerlo porque quiero cuidarlos y aligerarle la carga a Eli como no tengo idea!
No puedo esperar por regresar...






![]() Paseando a mi amigo | ![]() Con muñeca, una dama con otra. | ![]() Durante la sesión de belleza |
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![]() Con el latoso Toby | ![]() Con muñeca una vez más |
Semestre Ene-Mayo 2015
Día Uno
Sacamos a pasear a todos los perros alrededor de la cuadra. Cada quien paseaba a dos perros, uno por mano, y llevábamos una bolsa para poder recoger sus desechos. Todo marchaba bien hasta que unos perros de escaparon y no podíamos correr porque teníamos a otro perro en la mano. Así pues, me di cuenta de la importancia del trabajo en equipo porque a quienes no se le habían escapado los perros le ayudaba a los otros a cuidar a los que no se habían escapado para que pudieran correr. También, a las personas que les mareaba recoger los desechos de los perros les ayudábamos a hacerlo por ellas, lo cual era desagradable pero necesario por el bien del equipo. Después de pasear a todos los perros nos dividimos en equipos de hombres y mujeres para darles de comer. Los hombres alimentaron a los perros más grandes, que están en la azotea y las mujeres nos quedamos en el primer piso para alimentar a los más pequeños.
Lo más significativo de mi visita al albergue fue cuando Eli nos presentó a un perro recién ingresado llamado Miguelito que estaba bastante lastimado y enfermo por el maltrato que vivía. Nos pidió que organizáramos una recaudación de fondos para pagar los análisis que necesita Miguelito para poder iniciar los tratamientos adecuados para sus tumores, los cuales están muy avanzados. El equipo entero se organizó para determinar que venderíamos para recaudar fondos y quedamos en vender postres en la institución, lo cual es difícil porque el cuerpo estudiantil no es muy tolerante ante sucesos de está naturaleza; sin embargo es una buena causa y vamos a trabajar muy duro para lograr que mejore.







